Y parece que, después de algunas semanas, el trabajo va algo mejor. Ese jefe argentino, con acento similar al cangrejo sebastian, que me tiene casi 10 horas encerrada con llave en un despacho de dos metros cuadrados sin ventanas y sin respiro de ningún tipo, ya me hace sonreir; nos tomamos algún que otro café mientras hablamos de la primera tontería que se nos ocurre; alaba mis ideas, mi punto de vista sobre publicidad y mi manejo en programas de diseño y, como si de un segundo padre se tratase, me aconseja sobre la vida, mi futuro y la forma de solventar algún que otro de mis defectos.
- ¿eres sagitario verdad?? me dice con una sonrisilla Tatuajes para mujeres
- pues sí, ¿cómo lo has sabido??
- pues por la forma que adoptas cuando hablamos, se nota que eres algo reservada y que le das muchas vueltas a las cosas... eyy, pero no te preocupes que es algo típico en las sagitario...
...y soltamos una sonora Click aquí ante lo absurdo de la conversación mientras me lanza una mirada de se que algo en tu vida marcha realmente Tatuajes para mujeres y yo a él una de tienes toda la razón.
Y donde todo antes era negro ahora parece que deriva a un gris medio tan puro como el fotográfico (que lo prefiero al blanco... nada de extremos). Quizá porque cuando nuestra vida personal va realmente mal nos solemos refugiar en el trabajo, quizá porque realmente ya me estoy acostumbrando a trabajar en un lugar tan pequeño, tan frío, tan cerrado, tan agotador o, simplemente, porque se hacerca fin de mes y veo por fin algo de dinero en el bolsillo... que falta me hacía.
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Y donde todo antes era negro ahora parece que deriva a un gris medio tan puro como el fotográfico (que lo prefiero al blanco... nada de extremos). Quizá porque cuando nuestra vida personal va realmente mal nos solemos refugiar en el trabajo, quizá porque realmente ya me estoy acostumbrando a trabajar en un lugar tan pequeño, tan frío, tan cerrado, tan agotador o, simplemente, porque se hacerca fin de mes y veo por fin algo de dinero en el bolsillo... que falta me hacía.